sábado, 31 de octubre de 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

LOS DIARIOS DE ARGUEDAS. Proceso creativo y el hombre/animal creador. Descolonizando el imaginario y el conocimiento. [1]

José María Arguedas.

Por Carolina Ortiz Fernández

La prolífica obra de José María Arguedas Altamirano abarca diversas áreas de la vida social, entre ellas sobresalen: la exploración etnográfica, la creación literaria y la tarea educativa, las cuales estuvieron integradas a su vida diaria y fueron áreas de acción en su reflexión sobre el Perú.
Desde su primer libro de cuentos Agua (1935), Arguedas se interesó por los grupos sociales y culturas dominadas y subalternizadas, y es en El zorro de arriba y el zorro de abajo, su obra póstuma, en donde se retroalimentan la exploración agónica de su lenguaje corporal y anímico con el lenguaje simbólico en una lucha continua entre la vida y la muerte. Arguedas construye, en esta obra, un dialogismo épico, mediante el cual el enunciante de los diarios cede la voz narrativa a los zorros y éstos confundidos con el primero a sus personajes. El acto ilocucionario de sus diarios, es decir la fuerza de la tensión desatada por su razón/inteligencia emocional invita al surgimiento y a la admisión de otras enunciaciones, convirtiéndose en actos perlocutivos.
Entendido, al mismo tiempo, como enunciación testimonial y de ficción, en El zorro… configura espacios/tiempos reales y simbólicos de lucha, tales como la relación entre el enunciante de los diarios y el proceso creativo, cuya energía física y espiritual transita entre la muerte y la vida; mientras que en los espacios/tiempos recreados, la palabra de los grupos y fracciones sociales dominantes, de los grupos y fracciones sociales subalternizados y marginalizados recreados como sujetos de los enunciados, varones en su mayoría, hablan por ellos y ellas mismos(as) y por el otro, en tanto pobladores de barriadas, pescadores y asalariados costeños y de origen quechua, un sindicalista aymara, un loco, prostitutas, esposas y madres trabajadoras, vendedores ambulantes y, también imágenes de los funcionarios del capital, de los curas, de los conflictos internos de un personaje vinculado a una institución como el “cuerpo de paz”, procedente de los Estados Unidos; Diego, un personaje con rostro de zorro que transita entre el hanan y el hurin, y que baila diversas danzas como el huaylars o la danza de las tijeras.
La mayoría de los personajes y el sujeto de enunciación de los diarios libran una ardua lucha por supervivir, mientras una minoría hace lo imposible por lucrar en una ciudad en que las relaciones y estructuras sociales impregnadas de símbolos de muerte abrazan vorazmente.

En el presente trabajo exploraré, básicamente, la relación entre los enunciantes de los diarios, Arguedas y los zorros, y el proceso creativo. En los planos de la expresión y del contenido configuran una estética y epistemología que cuestiona el eurocentrismo, el canon literario occidental y el capitalismo. Desde una perspectiva dialógica, configuran la problemática del proceso creativo y anuncian —sin caer en el nativismo ni en lo atávico— la voz narrativa de los trabajadores y de los grupos sociales marginalizados; lo cual, probablemente, implica la descolonización, la ruina o, mas bien, la tensión de las representaciones (entendida como en lugar de), ya que proponen una estética y una relación intercultural que se nutre de múltiples vertientes: de la cultura oral de los quechuas y aymaras, de los Mitos de Huarochirí y de la narrativa occidental, como de los saberes afroperuanos. Si bien Arguedas criticó la postura intelectual de Cortázar, también reconoció y aceptó que para concluir la novela no sólo debió explorar más la estructura de la narrativa de los “cortázeres” sino que debió vivir lo que ellos vivieron.

1. El sujeto de enunciación en los Diarios de El zorro de arriba y el zorro de abajo.
“ En Abril de 1966, hace ya algo más de dos años, intenté suicidarme. En mayo de 1944 hizo crisis una dolencia psíquica contraída en la infancia y estuve casi cinco años neutralizado para escribir”.
[2]
Así comienza la novela póstuma de Arguedas, revelando y planteando, desde el inicio, la relación entre la posibilidad de escribir como símil de vida y su imposibilidad como símil de muerte. Pelean en el enunciante, como él lo expresa “... sensualmente, poéticamente, el anhelo de vivir y el morir”.[3]
El zorro de arriba y el zorro de abajo consta de dos partes, una autobiográfica y otra de ficción; la primera, a modo de diario, se intercala entre los capítulos de ficción/testimonio.
La dedicatoria merece especial atención: “ A E.A.W. y al violinista Máximo Damián Huamaní, de San Diego de Ishua, les dedico, temeroso, este lisiado y desigual relato”; ya que con esta dedicatoria, el poeta y narrador sugiere su arte poética. Westphalen y Damián, amigos suyos, son creadores de dos mundos distintos; uno procedente de una vertiente criolla/occidental, como el gran poeta y ensayista Emilio Adolfo Westphalen y el gran violinista quechua/andino Máximo Damián; uno diestro en la musicalidad de la palabra escrita, el otro diestro en el leguaje musical ayacuchano.
¿Por qué a ellos? Desde una postura eminentemente eurocéntrica se reconocería sobre todo al primero, por su origen y formación; mientras que a Máximo Damián se le calificaría de tradicional y folklórico, por lo tanto “subalterno”; Arguedas, en cambio valoró, en igualdad de condiciones, a ambos creadores, en una relación intercultural democrática que Arguedas soñó y practicó con inevitables conflictos y tensiones.
La dedicatoria contribuye a vislumbrar que uno de los problemas cruciales que se tornará en el articulador espacio temporal en El zorro… es el proceso creativo, de manera particular en los diarios. Pero no se trata de una situación puramente estética ni existencial ni mística, sino de una visión que entiende el proceso creativo como el resultado de la lucha incesante entre el vivir y el morir, y que en Arguedas, trágicamente, se convirtió en un acto de inmolación.
El poeta y narrador, al comenzar y al finalizar el texto, deja sentir que concibió la novela como un “lisiado y desigual relato”;
[4] es decir, un relato imperfecto, “un cuerpo medio ciego y deforme pero que acaso sea capaz de andar” [5] sin la presencia de su creador. Su imperfección se debería a que el enunciante, que también se sentía lisiado física y emocionalmente, no se consideraba un profundo conocedor de las ciudades, a que en su estado físico y anímico, según el sentir de su razón emocional, había perdido la capacidad de poder fundir la palabra con la materia de las cosas y a que ensayaba una propuesta estética distinta al canon literario occidental que se nutrió de varias vertientes: la cultura oral de los quechuas, los mitos de Huarochirí y de la narrativa occidental.

2. El proceso creativo y el hombre/animal creador.
En la economía del proceso creativo arguediano son cruciales el lugar desde el cual enuncia el creador y el proceso de producción del discurso literario.
El enunciante de los diarios, es un hombre que escribe batallando entre la vida y la muerte y que desde su visión no está distanciado de la naturaleza, pues tiene encarnizado como todo habitante de las alturas, “... como todos los serranos (...) algo de sapo, de calandria, de víbora y de killikincho, el pequeño halcón que tanto amamos en la infancia”,
[6] y de la pariona o pariwana [7] que tanto añora.
Para la voz narrativa y para el hombre de las alturas, los humanos, en general, son semejantes de los animales y de cada bien de la naturaleza (las cascadas, los ríos, el viento...) pues son parte de ella. “Muchas veces –afirma- he conseguido jugar con los perros de los pueblos, como perro con perro”.
[8]
Don Felipe Maywa, que le acariciaba “como a un becerro sin madre”,
[9] sabía de la naturaleza, del lenguaje de las imponentes montañas, de los insectos, de las cascadas de los ríos, de las plantas; cuando rememoraba su niñez, la imagen de Maywa, siempre presente, le permitía comprender que el porvenir de su madrastra y el suyo dependían de este “lacayo”[10], de esta persona que era considerada inferior racial , cultural y socialmente por su madrastra, de acuerdo a la clasificación social que fluía como hegemónica en la intersubjetividad no sólo de los grupos de poder. Para don Felipe Maywa y para Arguedas cada bien de la naturaleza, mediante diversos lenguajes o manifestaciones, ofrece sus bienes y/o transmite sus sentires; que para ellos tienen más o igual valor que los de las personas, porque estos seres sociales, también, de naturaleza animal, viven gracias a la relación armoniosa con su hábitat.
Sabía que se le podría conjeturar de “minimalista, un aldeano incurable”, pero esto no lo inhibe a preguntar “¿En qué se diferencia Nelson de “Gog”
[11] y del inmenso pino que está en este patio colonial arequipeño? ”[12]
El sentido de amistad que fluía de Nelson, la habilidad intuitiva de Gog y la voz y la sabiduría del inmenso pino que derramaba sombra y música en la casa Reisser de Arequipa, las sentía como dones tan intensos, desinteresados y plenos de gratuidad que no encontraba mayores diferencias. Sabía que se le calificaría de tradicional, que su saber y su sentir se considerarían aldeanos, falto de modernidad citadina: “Con razón los cortázeres nos creen tan microbianos y eso no es malo. Así tiene que ser. Por eso el mundo es grande y crece y se multiplica, su fondo y su forma, sin cesar”.
[13] Lo que está en juego en su réplica es su cuestionamiento al eurocentrismo, el saber no proviene de un solo lado del mundo, los saberes y sus manifestaciones son múltiples; el conocimiento de la vida natural y social, y de los lenguajes de la naturaleza que tiene el hombre de los andes constituyen saberes que el hombre “moderno” ha perdido.
La cultura se inscribe en el cuerpo mediante los lenguajes aprehendidos. Arguedas aprendió de los animales y de los humanos, de las diferencias encontradas entre un pescador de mar y un pescador del lago Titicaca, entre los que nacieron como “Pariacaca de cinco huevos de águila y aquellos que aparecieron de una liendre aldeana, de una común liendre, de la que tan súbitamente salta la vida. Y este saber, claro, tiene, tanto como el predominantemente erudito, sus círculos y profundidades”
[14]; estos saberes no están en los libros que lee Cortázar, no es que menosprecie el saber occidental, porque es también parte del suyo, sino que rescata y valora los mitos, la sabiduría de los pueblos “indígenas”, sus maneras de conocer y producir conocimiento.
Pero las personas no sólo son de naturaleza animal, los rostros de las personas también pueden poseer la generosidad natural, la felicidad y la sabiduría de las cascadas que “en la luz del mundo y la luz de la sabiduría cantan de día y de noche. Aunque a mí ya no me cantan con toda la vida porque el cuerpo abatido no arde sino temblequeando.”
[15]

En cuanto al proceso de producción del discurso literario, como todo producto socio cultural y los bienes naturales, tales como la medicina, la música, incluso, los afectos, “... el modo como la mujer se acerca al macho”
[16] se han convertido en mercancía y se producen para satisfacer la vanidad y para lucrar. Pero existen relaciones que aún no están tocadas por el individualismo vanidoso ni por el lucro, sino que acontecen desinteresadamente, como lo hace “... el sol, en algunas fiestas de los pueblos andinos del Perú”[17]. Para corroborar que no estaba sólo en esta manera de mirar el mundo, inmediata y enfáticamente apeló a sus amigos: “¿No es cierto Gody, E.A. Westphalen, Jacqueline Weller?[18]
De la misma manera, la literatura no es para todos “una profesión” u “oficio” que permite el lucro; pues hay quienes: “Escribimos por amor, por goce y por necesidad, no por oficio”
[19]. Y en primera persona enfatiza: “Yo vivo para escribir, y creo que hay que vivir desincondicionalmente para interpretar el caos y el orden”[20]. Arguedas no concebía ponerse a escribir “como un albañil a destajo”,[21] enfatizó que quienes lo hicieron, por ejemplo, Balzac y Dostoievski, no se enorgullecieron de ello, sino que lo sintieron una desgracia. Para Vallejo, Rulfo, Cervantes, que no fueron profesionales, la literatura tampoco fue un medio lucrativo. Los médicos que le atendieron tampoco oficiaron como profesionales, sino que le trataron como a un semejante.
Arguedas asume una posición desde la cual cuestiona las relaciones capitalistas de producción y el eurocentrismo y, por consiguiente, las posiciones estéticas, éticas y epistemológicas impuestas.

3. Los diarios. Proceso creativo, conocimiento e interculturalidad.
En el primer diario, el narrador precisó su objetivo: “tratar de mezclar el tema del suicidio que es el único cuya esencia vivo y siento como para poder transmitirlo a un lector”,
[22] con los motivos que seleccionó para la novela, así como sus meditaciones sobre la gente y sobre el Perú. Se relacionan de este modo -entendiendo que el cuerpo es histórico- la experiencia de la escritura con la necesidad de explorar y decir sobre su estado físico y anímico en estrecho vínculo con la sociedad peruana.
Los diarios fueron escritos, por temporadas, en Santiago de Chile, Arequipa, Moquegua y Lima entre el 10 de mayo de 1968 y el 5 de noviembre de 1969. Arguedas transitó por varias ciudades no sólo en su búsqueda de un mejor clima, aire, atmósfera para escribir, sino que le urgía explorar y conocer mejor las ciudades; pues temía escribir “... sobre lo que sólo se conoce a través del temor y la alegría adultos”.
[23] Su universo autobiográfico que corresponde a estos años se conecta como un puente con los capítulos de ficción/testimonio y tiene como sujeto de enunciación a un Arguedas en agonía, que requiere cargarse de energía para insuflarla a los zorros (y éstos a él en una relación de reciprocidad) en tanto enunciantes de los capítulos de ficción. El lugar desde el que expresa posiciones éticas y estéticas tiene como punto de partida uno de los principios de la visión quechua, la relación complementaria entre el mundo de arriba y el mundo de abajo y, al mismo tiempo, su lado inverso: relaciones de conflicto y desigualdad. Esta mirada y perspectiva heterogénea configura la atmósfera de las relaciones en conflicto, de acomodo y reacomodo, las relaciones jerárquicas y las desigualdades socioculturales establecidas en la intersubjetividad de los pobladores y trabajadores quechuas, aymaras y los habitantes de Chimbote procedentes de las diversas regiones del país. El recurso técnico y simbólico de dar forma e introducir a los zorros como enunciantes de los capítulos de ficción proviene del mundo simbólico aprehendido de la cosmovisión quechua como de la versión escrita en quechua de los mitos de Huarochirí, veamos:

Entonces ese Huatyacuri, caminando de Uracocha hacia Sieneguilla, en el cerro por donde solemos bajar en esa ruta se quedó a dormir. Ese cerro se llama ahora Latauzaco. Mientras allí dormía, vino un zorro de la parte alta y vino también otro zorro de la parte baja; ambos se encontraron. El que vino de abajo preguntó al otro: “¿Cómo están los de arriba?” “Lo que debe estar bien, está bien –contestó el zorro-; sólo un poderoso, que vive en Anchicocha, y que es también un sacro hombre que sabe de la verdad, que hace como si fuera dios, está muy enfermo.
[24]

Arguedas tuvo en sus diarios a su más incisivo crítico, pues cuestionó la postura autoritaria del enunciante configurado en su novela Todas las sangres. En su reelectura, “mas por obligación que por goce”,
[25] en plena redacción de los zorros, encontró que en “esa novela, vence el yawar mayu andino, y vence bien. Es mi propia victoria...”;[26] increpa así, el rasgo monológico de su propio trabajo, porque no dejó fluir libremente a los personajes, sino que los guió para lograr su propio deseo; pues, pese a las mezclas habidas entre los hombres de una y otra vertiente en el mundo indohispánico configurado, la violencia continuaba ferozmente ya que los “gérmenes y naturalezas” permanecían separados “... dentro de la misma entraña (...) arrancándose las tripas el uno al otro, en la misma corriente de Dios, excremento y luz –sin embargo, agrega Arguedas- esa pelea aparece en la novela como ganada por el yawar mayu.”[27]
A diferencia de Todas las sangres, en su última novela, esta postura autoritaria no la quiso volver a repetir; por eso, intentó, aunque con gran dificultad, configurar varias voces narrativas en los capítulos de ficción/testimonio, que se caracterizan por el discurso dialógico que se establece mediante la irrupción de esas múltiples voces.
En primera persona del plural y en presente, el Zorro de arriba anuncia, al finalizar el primer diario, el capítulo que viene, indicando que el proceso de ver y contar continúa: “Así es. Seguimos viendo y conociendo”,
[28] asumen de esta manera, una perspectiva testimonial porque afrontar lo desconocido o el descubrimiento de lo nuevo (mujeres, las plantas que asustan, la gran zorra que es la mar, las fábricas, las ciudades como Chimbote y la página en blanco) no es nada fácil, produce incertidumbre, temor, tensión y ansiedad.
Arguedas, en los diarios, plantea las dificultades que encuentra en el proceso narrativo. Una dificultad que le causa mucha inquietud y zozobra es su poco conocimiento de la ciudades, ya que -en sus palabras- “los de la lana”, los “oriundos”, los del mundo de arriba, que “... quiere decir indio serrano (...)olemos pero no entendemos a “los de pelo”: la ciudad...”;
[29] no obstante, logró percibir que esto no es solamente una dificultad de “los de la lana” porque “los de pelo” tampoco conocen bien la ciudad; cuando su amigo, el Dr. Gastiaburú hablaba de los habitantes de la ciudad, sólo mencionaba a los: “zambos criollos, costeños, civilizados, ciudadanos de la ciudad, los zambos y azambados de todo grado en largo trabajo de la ciudad. En esa categoría de azambados no considerabas tú a los indios y serranos “incaicos”, recién “amamarrachados” por la ciudad”;[30] de tal manera que tampoco “los de pelo” conocen bien la ciudad, y por allí encontró un haz de luz; Arguedas (que pertenecía a los de la lana) y Gastiaburú (a los de pelo) conocían y desconocían la ciudad, Arguedas percibía lo que quedaba oculto para un citadino como Gastiaburú, lo que no lograba era entenderlo a plenitud, para intentar lograrlo había que ponerse en el lugar del compañero que encontró en el camino, en una relación intercultural democrática que le animó a zambullirse, en esos instantes, en el corazón de Gastiaburú, pues éste veía lo que él no lograba comprender.
Esta postura intercultural de Arguedas presume que el conocimiento proviene del diálogo entre formas distintas de ser, pensar y producir conocimiento.
De este modo, para continuar su relato, trató de nutrirse del espíritu y de la sabiduría de Gastiaburú, “que era el más zambo y azambado que he conocido ¡Y bien que te conocía! Tengo testigos, aunque los mejores, dos, se han muerto, igual que tú, negro, Dr. Julio Gastiaburú.”
[31], con su ayuda se encontró en mejores condiciones para entender la ciudad.

4. Proceso creativo, conjunción del cuerpo-alma con la materia de las cosas, deseo/ escritura – vida/ muerte. Sujeto escindido.
Arguedas concebía que la dolencia física y anímica que le embargaba fue contraída en la infancia y que hizo estragos en él en 1944, en 1966 y mientras escribía su última novela. En 1966, su cuerpo y su alma se recuperaron gracias a que una “zamba gorda, joven, prostituta (...) le devolvió eso que los médicos llaman “tono de vida”...”;
[32] este estado duró corto tiempo y la dolencia reapareció recrudecida.
Cuando el vínculo de su cuerpo y su alma con las cosas se quebraba, le era imposible transmitir la “materia de las cosas”
[33] a las palabras; por el contrario, “Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y cómo vibra!”.[34]
Para explicar este proceso el concepto quechua camac propuesto por Sara Castro me parece atinado, pues implica la energía del acto de crear. Cornejo Polar lo explica como el acoso que la palabra hace al referente, buscando fundir el lenguaje con la realidad; pero, como la palabra siempre es insuficiente, al final sólo queda el silencio como signo. Para enfrentar esta situación siempre presente en el proceso creativo, el hombre/animal creador Arguedas, buscaba combatir esa distancia mediante la relación simbólica entre el goce sexual y el proceso creativo.
El proceso creativo en Arguedas requiere la conjunción del cuerpo-alma con la materia de las cosas, lo cual implica la conjunción del deseo y la escritura, entendida como la relación entre la muerte y la vida. Es decir, deseo es a muerte como vida es a escritura, esta doble relación implica que en la tarea de escribir se unen “sensualmente, poéticamente, el anhelo de vivir y el de morir”;
[35] por eso, quien no consigue mantener o recuperar esa relación en meridiano equilibrio “mejor es que muera.”[36]
Esta relación de vida/muerte también está presente en la naturaleza, por ejemplo, las cascadas “se ordenan en quebradas tan hondas como la muerte y nunca más fieras de vida”.[37]

5. Cuestionando el eurocentrismo.
5.1. La relación autoritaria entre el enunciante y sus referentes.

En sus diarios, Arguedas cuestionó la relación entre el sujeto enunciante y el objeto/referente literario, mediante una crítica a su propio trabajo en Todas las sangres y a Alejo Carpentier, a quien le sentía como “a un europeo muy ilustre que hablaba castellano”
[38], cuyo interés por lo indígena se reducía a que lo consideraba un “excelente material de trabajo”; por eso, en un acto ilocucionario, le interpeló: “Dispénseme, don Alejo; no es que me caiga usted muy pesado. Olí en usted a quien considera nuestras cosas indígenas como excelente material de trabajo”[39]; a continuación, inquirió: “¿Cómo maravilla le iluminan a usted y le instrumentan tantas memorizaciones de todos los tiempos”;[40] le cuestionaba, así, que su proceso de producción literaria se alimentase más de lecturas memorizadas, que corresponden a otras realidades, que de vida. Con Cortázar entabló una caldeada polémica, cuestionó “la solemnidad de su genialidad y convicción”, cuando sostuvo:

que mejor se entiende la esencia de lo nacional desde las altas esferas de lo supranacional. Como si yo, criado entre la gente de don Felipe Maywa, metido en el oqllo mismo de los indios durante algunos años de la infancia para luego volver a la esfera “supraindia” de donde había “descendido” entre los quechuas, dijera que mejor, mucho más esencialmente interpreto el espíritu, el apetito de don Felipe, que el propio don Felipe. ¡Falta de respeto y legítima consideración! No se justifica;
[41]

Lo que estaba en juego en el debate es la relación entre el lugar de enunciación y el carácter de la representación autoritaria en el discurso literario. No es lo mismo escribir desde una densidad geohistórica e imponer esa mirada y perspectiva sobre otras. A diferencia de Cortázar, estimaba que García Márquez no asumía esta postura. García se parece a Carmen Taripha (no al revés), narradora oral, natural de Maranganí en el Cusco, quien contaba cuentos al cura; eran cuentos de osos, zorros, culebras, lagartos semejante a los de García; pero a diferencia de él, Carmen Taripha contaba con el cuerpo, andaba como zorro, movía los brazos como culebra. En los relatos de García, “sólo hay gente muy desanimalizada y en los cuentos de la Taripha los animales transmitían también la naturaleza de los hombres en su principio y fin.”
[42]
Para Arguedas, ni Rulfo ni Guimaraes Rosa asumieron la institución literaria para posesionarse de un capital simbólico, lo cual implica una mejor ubicación en las relaciones de poder y, por consiguiente, formar parte de una elite, generalmente, autoritaria; ambos le trataron de igual a igual, como “Ningún amigo citadino”.
[43] Añade algo más, que Guimaraes Rosa había “descendido” por propia voluntad; en cambio, a Arguedas “lo habían hecho descender”[44]
Juan Rulfo, para Arguedas, fue como el gran Felipe Maywa, sabio como “una montaña condescendiente”.
[45] Cuando Arquedas volvió a San Juan de Lucanas, Don Felipe le recibió y le trató como Rulfo. Si bien Arguedas había cambiado continuaba siendo el mismo, por eso le hizo feliz que don Felipe le hablara en igualdad de condiciones, mientras los demás le ‘doctoreaban’.

5.2 Todos somos provincianos.
En cuanto al modo de escribir, interroga:

somos distintos los que fuimos pasto de los piojos en San Juan de Lucanas y el Sexto, distintos de Lezama Lima o Vargas Llosa? No somos diferentes en lo que estaba pensando al hablar de “provincianos”. Todos somos provincianos, don Julio(Cortázar). Provinciano de las naciones y provincianos de los supranacional que es, también, una esfera, un estrato bien cerrado el del “valor en sí”, como usted con mucha felicidad señala
[46]

Mediante este enunciado, Arguedas problematiza, aunque no usa estas categorías, la colonialidad del poder que caracteriza al eurocentrismo; pues percibe que el lugar desde donde se crea no se circunscribe, se reduce o determina por el lugar de origen, sino por todo aquello que la sociedad y la cultura, como el hábitat, incorpora e internaliza en la mente y el cuerpo —en la materialidad y en la subjetividad— desde que se es concebido y, en la convivencia cotidiana, a lo largo de nuestra existencia, bajo la influencia de los agentes e instituciones socioculturales de socialización que se mantienen o subvierten por acción de los agentes/sujetos.
Si bien pertenecemos a densidades geohistóricas distintas, lo que está en cuestión es que los saberes y creaciones estéticas que se producen en densidades geohistóricas y socioculturales como la Europa moderna o los Estados Unidos, en términos de Arguedas, lo supranacional, se imponga sobre otros saberes y en la intersubjetividad de no pocos intelectuales. Para Arguedas todo saber es provinciano porque el saber es plural, el europeo es uno más, pero es el que se ha impuesto como el único válido y, por lo tanto, superior. Provincializar Europa no significa negar sus saberes sino deconstruir su poder, supone mirarla a la cara en igualdad de condiciones, interpelarla para que aprenda a entablar una relación intercultural democrática con otras maneras de ser, conocer y producir conocimiento.
El zorro de arriba y el zorro de abajo, como lo hemos visto, tiene como intertexto a los mitos de Huarochirí y, también, a la “técnica” de la narrativa de Cortázar; esto significa que criticó en Cortázar lo que encontró como relación de dominio entre occidente y lo no occidental; pero esto no supuso desconocer el valor de su obra; por el contrario, reconoció “... que para seguir con el hilo de los “zorros” algo más o mucho más he debido aprender de los cortázeres, pero eso no sólo significa haber aprendido la “técnica”, que dominan, sino haber vivido un poco como ellos”.
[47]

¿Qué cuestiona Arguedas?
· Que se priorice, como medio de aprendizaje y creatividad, a la razón sobre los sentidos.
· La separación del hombre de su naturaleza animal.
· La dualidad cuerpo- espíritu.
· El saber de “los otros”, diferente al de la visión eurocéntrica, es un saber provinciano y por consiguiente subalterno.
· Que “el otro”, el indígena, sea un exótico material de trabajo de gran parte de los intelectuales occidentales.
· La relación autoritaria del enunciante con sus referentes.
· Aplicar el saber que se encuentra en la mayoría de los libros a realidades que corresponden a otras densidades geohistóricas.
· La maquinaria y las relaciones capitalistas.
· Que los escritores busquen en la literatura la vanidad y el lucro.

Aunque no usa categorías tales como episteme moderno, colonialidad del poder, eurocentrismo; los problemas que confronta ponen de relieve un conjunto de saberes relegados por las ciencias sociales basadas en el modelo newtoniano de verdades eternas y el dualismo enfatizado por Descartes.

5.3 ¿Qué propone Arguedas? La música está en el origen de todas las cosas. (Eielson).
Arguedas propone una relación distinta de los humanos con la naturaleza. Somos naturaleza y cultura y necesitamos urgentemente, si queremos preservar la vida, reivindicar la relación armónica entre ambas.
También propone aprender a entablar relaciones interculturales mediante el diálogo abierto entre las variopintas formas de ser y de pensar porque el conocimiento no se produce en un solo lado del mundo, como nos lo quiere hacer creer todo fundamentalismo.
Las palabras de Arguedas también permiten comprender que la conjunción de los lenguajes de los afectos en y de la naturaleza hacen estallar suave o violentamente los cantos de cada ser. Oír las voces de cada bien de la naturaleza, las del cuerpo y del espíritu humano, muchas veces voces subterráneas, provee la facultad de entendimiento y de saber.
En Arequipa, nos dice Arguedas, un pino de ciento veinte metros de altura dejó oír su voz “que es la más profunda y cargada de sentido que nunca he escuchado en ninguna otra cosa ni en ninguna otra parte”.
[48]
Mientras acariciaba a un cerdo, estalló en el “dulce gemido del nionema” un contrapunto de cantos, los de la altísima cascada de Obrajillo produjo que las cerdas se hicieran suaves; el sol también “estaba mejor que en ninguna parte en el lenguaje del nionema”.[49] En esos instantes, el sol abrigó amorosamente su corazón, las hojas de los árboles y el rostro de Sybila Arredondo.
Las palabras de Arguedas me recordaron un verso de Eielson: La música está en el origen de todas las cosas; y al reflexionar sobre ello, sentí en la memoria la música que brota desde el mundo interno e interior de cada cuerpo, comprendí su sabiduría, el cese de esa música supone no sólo el silencio, sino la muerte.


Notas:
[1] Fragmento del libro: Procesos de descolonización del imaginario y del conocimiento en América Latina. Poéticas de la Violencia y de la crisis. Lima, Fondo Ed. de la Fac. de Cs. Ss. de la UNMSM, 2004.
[2] Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, Buenos Aires, Losada, 1971, p. 11.
[3] Ibídem, p. 12.
[4] Ibídem, véase la dedicatoria.
[5] Ibídem, véase el epílogo, p. 290.
[6] Ibídem, p. 96.
[7] Pato de las alturas, de color blanco y rojo.
[8] Ibídem, p. 13.
[9] Ibídem, p. 22.
[10] Ibídem, p. 22.
[11] Nelson Osorio, a quien conocí en Quito, le hospedó, una temporada en los años 60, en su casa de Valparaíso. Compartir, unos días, con su esposa Nena, sus tres pequeñas hijas y con Gog (a decir de Arguedas, un perro muy intuitivo) le ofreció una atmósfera libre, rica en conocimiento que logró reanimarle temporalmente y le permitió escribir.
[12] Arguedas, op. cit., p. 208.
[13] Ibídem, p. 209.
[14] Ibídem, p. 204. Intertexto: Dioses y hombres de Huarochirí, traducción de Arguedas, México, siglo XXI, 1975.
[15] Ibídem, p. 14.
[16] Ibídem, p. 19.
[17] Ibídem, p. 19.
[18] Ibídem, p. 19.
[19] Ibídem, p. 25.
[20] Ibídem, p. 26.
[21] Ibídem, p. 26.
[22] Ibídem, p. 12.
[23] Ibídem, p. 49.
[24] Dioses y hombres de Huarochirí, José María Arguedas (traductor), México, Siglo XXI, 1975, p. 36.
[25] El zorro de arriba y el zorro de abajo, ob. cit., p. 95.
[26] Ibídem, p. 95.
[27] Ibídem, p. 95.
[28] Ibídem, p. 32.
[29] Ibídem, pp. 100-101.
[30] Ibídem, p. 100.
[31] Ibídem, p. 101.
[32] Ibídem, p. 11.
[33] Ibídem, p. 11.
[34] Ibídem, p. 15.
[35] Ibídem, p. 12.
[36] Ibídem, p. 11.
[37] Ibídem, p. 13.
[38] Ibídem, p. 17.
[39] Ibídem, p. 17.
[40] Ibídem, pp. 17-18.
[41] Ibídem, p. 20.
[42] Ibídem, p. 20.
[43] Ibídem, p. 21.
[44] Ibídem, p. 21.
[45] Ibídem, p. 16.
[46] Ibídem, p. 30.
[47] Ibídem, p. 210.
[48] Ibídem, p. 206.
[49] Ibídem, p. 13.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Ladislao Plasencki: Paz en la Tierra

1. La ciudad de la paz
LOS HOMBRES INICIAN EL DIA DE LA HUMANIDAD
El Sol cubre las aristas más altas del Planeta desde los Montes
......Rocallosos hasta los conos nevados
........................perpetuos de los Andes.
Hay un movimiento inusual en praderas cerros lagos desiertos:
¿son jinetes desbocados gloriosos
o mil volcanes al unísono?
Las cosas se mueven como bolas de fuego en medio de torbelli-
......nos llegan al confín de los pueblos.
El cielo es azul amarillo / se ven las estrellas y la Luna refleja el
......Mar de la Tranquilidad.
Seres con alas invisibles llegan de los cinco continentes : tocan trompetas plagadas de bocinas
......y esferas que hinchan el verbo.
Todos se reúnen en la Ciudad Nueva el Ombligo del Mundo.
......Delante de la Plaza se abren caminos infinitos que van a los Cuatro Suyos del Universo.
Sobre el altar de la gran pirámide se instala el Libro del Hombre
en cuyas páginas de cuarzo
flamea la Paz ilímite.
Los jóvenes desfilan por millares portando sedas blancas hechas
......de triángulos y palomas.
Ha llegado el Día "H" del Tercer Milenio con truenos relámpagos
......pututos y el corazón humano que canta
SOMOS LA NUEVA HUMANIDAD


2.El Santuario de la Paz
LOS HOMBRES INAGURAN LA PIRAMIDE DE LA HUMANIDAD
El Sol se ha quedado con nosotros iluminando el último átomo
................la célula verde de sus hijos.
Hay alegría comprensión belleza en el Valle Sagrado / su eterno
......río aplaca la sed de tantos caminantes.
Hombres mujeres y niños de todas las razas pugnan por llegar a
la Gran Pirámide Esférica.
¿Habrá una igual en el Universo? Todos le llaman Icosaedro y lle-
......van polos con su diseño celeste.
Es un edificio inmenso cuya cúpula se esfuma en las nubes.
Su construcción es un cúmulo de madera vidrio cuarzo acero:
......tiene tal cantidad de módulos internos
...........que podrían entrar hasta cien mil personas.
Se ha usado la cibernética y el cálculo cuántico para crear imá-
......genes virtuales y establecer
......la interacción de miles de visitantes.
Pero también llevan su parte los Cuatro Elementos en cada uno
......de los pisos donde arde la llama votiva.
Sus colores son los del Arco Iris: hay millones de triángulos pin-
tados de verde hierba y azul de cielo.
Sobre ellos aparecen dibujos de los hechos más saltantes del Mun-
......do rostros de Avatares perfiles de hombres
....................que dieron su vida por los demás.
Por fuera es la visión fantástica de una estrella de mil puntas.
Está erguido sobre el pequeño Apu del Sol y la Luna y su fulgu-
......ración es la de un diamante en el espacio.
Arboles de todas las especies rodean su elíptica pero a la entrada
......se aprecia el Ombú símbolo de América.
La hilera de gente es interminable: llegan al Santuario cantando:
SOMOS LA NUEVA HUMANIDAD


3.El Legado del Futuro
LOS HOMBRES ESTABLECEN EL FORO DE LA HUMANIDAD
El Sol resplandece en el corazón de los mortales desde el leve la-
......tido hasta el árbol de lluvia.
Los hombres disfrutan el Día de Paz en la Tierra: leen libros de
......aventuras visitan los museos el campo
...................y hacen fiesta a la orilla del mar.
Ahora sabemos qué será del mañana después de borrar fronteras
......y sombras metálicas de odio.
Se acabó el dominio del dinero / nunca más reinarán su influencia
......y poder en el Mundo
ni los hermanos pelearán por quítame esta paja.
Otra vez hemos recuperado al Aura el Ozono los Bosques y nues-
tros aborígenes que vibran de verde.
Ya podemos salir a las calles sin humo los niños se bañan en el
......río no hay lluvia ácida
......y los pájaros inundan parques lagos desiertos.
Los diarios no producen víctimas ni héroes ni villanos: sus prime-
......ras planas muestran seres sonrientes
......noticias inmortales paisajes llenos de vida.
No es que haya desaparecido el lado oscuro / pues ha llegado el
......tiempo de movernos en la luz
......usando nuestra más brillante energía.
Somos los altos seres de la Creación y poseemos la Antigua Sabi-
duría de Oriente y Occidente.
Nuestra marcha milenaria es el encuentro con el Hombre Estelar
......que está en el fondo de nosotros mismos
......y que empieza la tarea de reconstruir el Planeta.
Por eso hoy la Humanidad se reúne en su Gran Foro donde só-
......lo se habla de Ciencia Paz Fraternidad Futuro.
ASI ES Y ASI SERA......CUMPLASE Y MEDITESE



Ladislao Plasencki. Trujillo, Perú, 1946. Es un artista plástico, y a la vez un escritor. En ambas áreas tiene una obra pequeña, pero constante. Ha estudiado Antropología en la Universidad Nacional de Trujillo, donde en 1967 gana los Juegos Florales en Cuento y Poesía. Por esos años, también sigue estudios de Dibujo y Pintura en la E.N.B.A. de Lima. Hacia 1979, viaja a México, donde estudia las Técnicas del Mural con el maestro Rafael Barandiarán. En esa ciudad presenta su primera Exposición Individual. Actualmente cuenta en su haber con doce individuales y unas treinta colectivas. En 1989 realiza en Trujillo el Mural Alegórico a César Vallejo. Ahora tiene concluido su proyecto Mural por la Paz del Planeta. Durante las últimas décadas ha ido trabajando en su saga novelística: La Vía Láctea, consistente en varias novelas. La primera, titulada La Edad de Bronce, ganó en 1989 el Segundo Premio Municipalidad de Lima, y fue publicada en 1990. La segunda, titulada La Edad de Hierro, se publicó en 1992.
Distinciones: 1967, Primer Premio Juegos Florales de U.N.T. (Cuento y poesía); 1983, Segundo Premio Novela Municipalidad de Lima; 1994, Mención Honrosa Premio COPE de cuento; 2003, Premio Copé de Oro de la XI Bienal de Poesía Premio Copé.

jueves, 8 de octubre de 2009

Capítulo 3 (fragmentos)

César Gutiérrez. Fotografía: Chiara Romoli.

EST4MO5 EN EL AIRE
Ciudad Pálida, 1978-90

RECUERDO PERFECTAMENTE
el puerto de despegue y recuerdo también que alguien que dijo ser mi madre o La Madre De Todas Mis Batallas voló muchos kilómetros en un aer●pl4n● parecido a un pájaro de mal agüero o a una libélula dorada que al pasar sobre un punto ciego llamado punto cero (77º 7` latitud sur, 11º 56` 24" longitud oeste) cortó disimuladamente el tubo de alimentación de aire refrigerado y me dejó caer como un Moisés en paracaídas, caí a 9.81 m/s2 como un Altazor sin su paracaídas púrpura o como un Xlibrista lleno de electricidad y no precisamente sobre un nido de rosas sino sobre un nido de ametralladoras.
—U, u+g, u+2g, u+3g...

ASÍ fue.

ME RECUERDO volando contra el viento, volando sin despeinarme, cayendo sin anclajes, cayendo completamente solo bajo aquel aeroplano del calor, deslizándome bocabajo o precipitándome abrigado por la nerviosa sábana de la estática, me recuerdo planeando sobre algo parecido a un rosario de cráteres a causa de los cuales comencé a sentirme algo más caliente de lo debido porque la planta de mis pies estaba pisando algo denso y blandito y caliente porque me habían desplomado sobre un espeso mar de lava.

CREO QUE DESDE ENTONCES camino con pies de plomo. Y la luz del sol relumbra en el níquel de mi herida.

TAMBIÉN CREO QUE desde entonces mi memoria es una bala que se ha disparado sin mayores trámites, mi memoria es un índice accidental en el gatillo, la chispa de un fósforo casual encendiendo la pradera, una tímida bombilla de 25 bujías que se prende en un agujero negro y genera una lluvia de meteoritos, mi memoria es el dedo que casualmente pasaba por ahí y por esas cosas de la vida presiona distraídamente el on del Big Bang y...


CAER, CAER
(TAN DULCE ES EL VÉRTIGO)

LO CIERTO ES QUE VENGO de ser un niño no-paracaidista, un niño que volaba sin anclajes y contra el viento, un pobre tipo que caía sin despeinarse, cortado y silencioso y volando con mucho cuidado y sin derramar combustible, estriado por los infrarrojos de la policía de tránsito, bajando sin cortarme las venas ni dejarme caer para siempre.

LUEGO ATERRIZO y con mis pies de plomo salgo del cráter y me asomo a la superficie para enfrentar los días más crudos y las noches más espesas, salgo a caminar como un voyeur en vacaciones y, bueno, aquí me tienen yendo y viniendo de y a la deriva con mis pies de plomo y con plomo interno: camino a bordo de Doc Martens.

OBSESIONADO, DESCONTINUADO, anacrónico y con sospechosa frecuencia feliz, camino con mi alegre pesimismo en círculos exactos en torno al amado cráter del amado volcán y solo levanto la mirada para hacerle adiós al avión que se aleja con la Madre de Todas Mis Batallas porque voy a terminar de crecer en este Valle de Lágrimas y Volcanes, un lugar donde –esto lo sabré, lo sabremos después, mantengan la calma, precisiones más adelante– todo se construye y se destruye tan rápidamente que no puedo dejar de sonreír, ella se desnuda y se desviste tan lésbicamente que no puedo dejar de sonreír y de pronto todas las cosas se empiezan a llenar de tanto plomo que nada va mejor con cocacola, los hombres se convierten en gas, la sangre se evapora y las gentes se desvanecen como lágrimas en la lluvia dejando su estela de malestar difuso en el aire.


ESTAMOS EN EL AIRE

ESTAMOS EN EL AIRE y en los viejos días del siglo XX cuando el hombre moderno aún no ha inventado el sintonizado programa de los aviones bomba, ni mi madre –La Madre De Todas Mis Batallas– ni yo ni ningún otro ser humano vivo en el planeta azul sabe de mi inexorable destino de soldado al servicio de cada televisor con su respectivo control remoto en días llenos de sol y color, días que no son de rosas y vino sino de aguas y espino en amaneceres llenos de sol y calor y televisores a todo color.

DÍAS GRAVEMENTE iluminados por la luz kuwaití del televisor.

DÍAS QUE SE MIDEN en tubos catódicos y 24”, días que transmiten los primeros fuegos artificiales en muerto y en directo, días en los que bajé del aire sobre Ciudad Pálida porque dejé de estar en el aire de otra ciudad menos pálida llamada Momiamía y mi cabeza, oh mi cabeza:
→ mi cabeza se está empezando a llenar de electricidad,
→ cabeza está empezando a recibir una colonia de cátodos,
→ mi cabeza está empezando a electrocutarse,
→ mi cabeza está empezando a internarse en una bóveda de polvo esencial,
→ mi cabeza es un nido de polvo tembloroso
→ y mi memoria es un dedo accidental en el gatillo,
→ mi memoria es una bala que se ha disparado sin percutor,
→ mi memoria es una fábrica de celulosa,
→ mi memoria es celulosa y empiezo a convertirme en memoria químicamente pura,
→ soy memoria de papel que va a quemarse en la página más amarilla de las páginas amarillas de LOS COMENTARIOS PLEBEYOS DE MOMIAMÍA:


¿QUIÉN SOY?

SOY UN NIÑO que no solo ha sido iluminado: he sido alumbrado.


¿DE DÓNDE VENGO?

SOY UN BEBÉ alumbrado, decodificado y pasteurizado en el Taller De La Doble Hélice —The Double Helix Factory— de una ciudad de piedra llamada Momiamía, soy el be b él uc esp o rfu er asan g rep o rde nt ro súbitamente alumbrado por su madrecita quechueslovaca y súbitamente iluminado por su padrecito indionesio o ™X-PQY45 o sísepuede.


¿A DÓNDE VOY?

HACIA ALGO PARECIDO a un rosario de cráteres a causa de los cuales empiezo a sentirme algo más caliente de lo debido porque piso algo denso y blandito y caliente.
—Es lava.


¿CÓMO ME ENSAMBLARON?

EN THE DOUBLE HELIX FACTORY de Momiamía y me dejaron caer sobre este valle de lágrimas y volcanes donde ahora camino con mis piecesitos de plomo y la luz del sol relumbra en el níquel de mi herida mientras mi dedo índice besa mi sien y mi memoria RAM vuela hacia atrás y ahí viene, aquí aparece y aquí la tenemos e inmediatamente la replicamos, miren: mis monitores de aluminio están empezando a proyectar la información que viaja en el interior de mis núcleos celulares ADN, la información es ese río del tinta que pasa por las rotativas y se dirige presurosamente por caminos que desconoce mayormente y túneles que no se abren pero a fuerza de buscar las señales encuentra las salidas a través del ARN para terminar dirigiendo la información hacia esa luz al final del túnel; esto es: a estas alturas de la vida resulta incontrolable el acceso al interior de la célula para manipular su arsenal nuclear; esto es: la información finalmente siempre llegará al citoplasma de los aminoácidos y de las proteínas; esto es:
→ la estructura doble hélice del ácido desoxirribonucleico,
→ la molécula de la herencia,
→ la densa marea de la síntesis cosmológica de los elementos químicos,
→ la medición cuántica a través del Efecto Túnel de la radiactividad,
→ la información caminando de rodillas hacia Dios,
→ porque en las fiestas de mi sangre Dios no es un Motor inmóvil concebido como la primera causa del universo, no: mi Dios es otra variante aristotélica:
→ en las fiestas de mi sangre Dios es La Causa Final (Tipler),
→ un dios que no es sino que será (Panneberg),
→ un dios que baila y se resuelve hacia el final de El Punto Omega (Teilhard de Chardin) y, además,
→ bajo mi armazón las Ciencias de la Relatividad se recombinan con la Física de las Partículas y con las Ciencias de la Computación; esto es:
→ arqueología bíblica más San Agustín en iPod; esto es:
→ el a-b-c de un lenguaje que al recombinarse empieza a hablar el idioma molecular de la biología (George Gamow, 1904-1968),
→ un idioma puesto a girar en una licuadora que contiene el caldo esencial: CILINDROS EN ROTACIÓN: LA POSIBILIDAD DE UNA VIOLACIÓN GLOBAL DE LA CAUSALIDAD,
→ es decir, la Máquina del Tiempo; es decir:
→ → → hola, buenos días, señoras y señores, ladies and gentlemen, este soy yo y estas son las pilas nuevecitas de mi vida.


¿Y MI PIEL?

MI PIEL ES LA RED sin cables más actual: puesto a vivir en medio de un número infinito de mundos paralelos (Hipótesis Pluricósmica de Witt), mi cuerpo es un conjunto perfectamente organizado en túneles, cilindros y mangueras que suben hasta las yemas de mis diez deditos y bajan hasta la punta de esos dos soportes que mis padres llaman piececitos, mi cuerpo es un conjunto perfectamente organizado en forma de canales y oleoductos que se mueven en su andamiaje de rápidos y lentos y acelerados drum & bass por aguas saladas y amnióticas con alta capacidad de transmitir la savia del siglo XXI: información.

ES CIERTO QUE HE SIDO alumbrado en uno de los estadios más críticos de la Re-Creación, en la curva de un tiempo dominado por algunos físicos de primer nivel que ya no piensan como Laplace y se animan a introducir a Dios como hipótesis (Capanna). Pero yo sigo creyendo que la patente estadounidense 6.754.472 (Método y aparatos para transmitir energía y datos utilizando el cuerpo humano), en cuya virtud Microsoft I+D/744 ha conseguido los derechos exclusivos sobre el empleo de mi cuerpo para actuar en red, es mi única religión.

DIGAMOS QUE DIOS hace su trabajo muy lentamente (X Men).

ESTO ES: el uso de las propiedades conductivas de mi armazón de sangre y huesos para conectar bípers, Pda, celulares y micrófonos organialámbricos de cara a una electrónica portátil en forma de aretes que hacen rebotar sonidos previamente recepcionados por el teléfono colgado al cinturón, gafas con cristal de cuarzo replicando imágenes y secuencias de vídeo, conexiones de un solo teclado para usar teléfono, I-pod, reloj, bíper, reproductor Mp3 y radio en altavoces cuyo volumen juega entre mis interminables paredes moleculares en combinación con chips y sensores colocados en mi bajo vientre y en mi ropa y sensores para controlar mi salud física y mental, dijes que leen el ritmo cardiaco y pulseras que comprueban la composición de mi sudor enviando esa información a través de mis vellos –que funcionan como antenitas– hasta un chip central: al estrechar la mano del médico la información pasa automáticamente de una mano a otra y un cerebrito cercano actualiza los informes antes de que el doctor me diga ¿cómo se siente esta mañana?
—Mal, muy mal.

SIETE ZONAS DE MI PIEL actúan como teclados inalámbricos y guío los impulsos de acuerdo a la resistencia física que ofrece mi cuerpo, activo los dispositivos desde una única fuente de potencia gobernada por mis pestañas e intercambio detalles de mis tarjetas comerciales con un simple apretón de manos que sube y baja de mi cabeza a mi cabeza pero mi cabeza, oh mi cabeza:
→ mi cabeza se está empezando a llenar de electricidad,
→ mi cabeza está recibiendo otra vez una colonia de cátodos,
→ otra vez mi cabeza está empezando a electrocutarse,
→ nuevamente mi cabeza está empezando a internarse en una bóveda de polvo esencial,
→ mi cabeza ha vuelto a ser un nido de polvo tembloroso,
→ y mi memoria es otro dedo accidental en el gatillo,
→ mi memoria es una segunda bala que se ha disparado sin percutor,
→ mi memoria es una segunda fábrica de celulosa,
→ mi memoria es celulosa reciclada y empiezo a convertirme en memoria químicamente pura,
→ soy memoria de papel que va a quemarse en la página más amarilla de las páginas amarillas de LOS COMENTARIOS REALES DE MOMIAMÍA y que antes de quemarse completamente cuenta lo que relata y lo que relata es:


LUCESPORDENTROSANGREPORFUERA

ES PRECISO INDICAR que en estos primeros días de la Re-Creación el planeta es plano y gira a 33 y 45 r.p.m., uns egu ros erv i dor a lse rv i ci odes u t el ev i so rtransita el planeta plano arrastrando cables de baja o ninguna tensión, el breve bastón de tersa luz starwariana que sale de mi casco de aluminio emite en onda corta que llega lejos y en onda larga que no llega tanto, emito en doble frecuencia pero con mayor frecuencia mi endeble estructura corporal salta, mi tórax de aleación verde tiembla una y otra vez y ese ectoplasma submarino depositado sobre mis hombros que hace las veces de mi cabeza sufre, sufre mucho cortocircuitado por la incomprensión, por las malas vibraciones y por las malas ondas eléctricas que recibo a causa de haber aterrizado en el ojo de un vasto abismo que divide los distintos universos de conciencia comúnmente conocidos como personas, las personas miran con el ceño fruncido a este cuerpo de pecho frío que acaba de caer del cielo azul sin nubes y con las luces encendidas (y otra vez cortocircuitadas y a menudo quemadas).


±

ACÁ ME TIENEN para recrear la unidad del último espíritu sobre las coordenadas de la energía cuántica de la física moderna —predicaba—. La idea, señores, es derramar impresiones temporales para estructurar la nueva Gestalt de la realidad humana hasta conformar una Red De Ser. La idea, repito, es ir replicando en la gran piscina mnemética los más alucinantes estímulos a todo color, señores, hagan juego pero no me hagan fuego, señores.

EL LAMENTO DE MI VOZ volaba hacia el corazón de la aldea electrónica hasta triturarse en megahertz, el polvo original en suspensión:
—Con los equipos de audio, sonido y video captaremos los cánticos que las religiones mejor organizadas intentaban sincronizar sin éxito desde hace milenios, aquí los tendremos, aquí, aquí, aquí.


ANTENA CALIENTE

Y MIENTRAS EL GRAN
Ejército está en los camerinos calentando el cuerpo como uno de esos equipos italianos apenas ascendidos a primera división y que a causa de los fraudes en las apuestas tiene que reemplazar sin nervios ni titubeos a los fraudulentos campeones en la final de la Champions o en la Intercontinental, y mientras Gran Ejército calienta –digo– ch i co l u c es p or fu er a sa n gr epor d e n tr o se transforma lentamente en uns egu r ose r vid o rap r u eb a d efre cu e nc ia s: con el primer trino golondrino subía hasta la punta de una antena parabólica y pegaba el oído a sus diferentes metales para escuchar el sonido de las piedras arrastrando el torrente de las noticias en su negra y turbia tinta sazonada, uns egu r ose r vid o rap r u eb a d efre cu e nc ia s subía hasta lo alto de los charts solo para saber qué siente una canción cuando llega al top del mainstream, experiencia de la cual no guarda muy buenos recuerdos porque las caídas de aquellas fraudulentas canciones eran demasiado rápidas y demasiado hondas y el síndrome one hit wonder terminaba pulverizándolas, sin amor.

ENTONCES UNS EGU R OSE R vid o rap r u eb a d efr e cue nc ia s tomaba con las manos una frecuencia y la modelaba con tajos cortos y precisos como hace un alarife con la piedra volcánica, moldeaba la frecuencia y después la modelaba hasta transformarla en modulada, uns egu r ose r vid o rap r u eb a d efr e cu e nc ia sm odu l a da s se acercaba a las canciones más estúpidas con los puños con la exclusiva misión de despeñarlas desde la cima del TopForty y del TopTen solo para sentir cómo se hacían pedazos en el asfalto, un uns egu r ose r vid o rap r u eb a d efr e cu e nc ia sene las f alt o lanzaba al espacio sideral los sonidos más densos y apocalípticos y góticos como bolas de fuego, la huella de esos relámpagos quedaba tatuada en el cielo azul en forma de heridas de aire, estamos en el aire, decía, estamos en el aire, repetía, ese era el mantra de metal que rebotaba en radios y televisores de Ciudad Pálida considerablemente infectados con el níquel de mi voz o de mi rostro de ectoplasma sostenido sobre dos hombros mullidos, ectoplasma dirigiendo emisiones sin centro, ectoplasma sin centro ni diana porque no había ella, no estaba ella, no existía exclusivamente ella, diana.


PERLAS ENSANGRENTADAS

HAY QUE REÍR, SUDAR y llorar todos los días, decía, elevando un esférico contra el cielo y haciéndolo girar furiosamente sobre su eje: The Cult, Siouxsie, Heaven 17, Japan, Kraftwerk, OMD, The Human League, M, Aztec Camera, Everything But The Girl, The Style Council, Department, Bow Wow Wow, Primitives, Echo & The Bunnymen, The Jam, Elvis Costello & The Attractions, Landscape, Ultravox, S, Jene Loves Gezzebel, Frankie Goes To Hollywood, Erasure, Eurythmics, Duran2, Tears For Fears, Blondie, Yazoo, The Pretenders, The Smiths, Dexy’s Midnight Runners, The Specials, Fun Boy Three, The Lover Speaks, Haircuit 100, Spandau Ballet, Naked Eyes, ABC, Talk Talk, The Stranglers, Culture Club, Soda, Depeche y, claro, Fricción, Dinarama, Virus y The Cure: dulce, salado, agrio y amargo, hay que reír y sudar y llorar todos los días decía una y otra vez, estamos en el aire decía, estamos en el aire repetía, ectoplasma dirigiendo emisiones sin centro ni diana: decía, decía, decía.

ASÍ PASABAN LOS DÍAS, las horas y los valiosos segundos de infomerciales en el aire y en aquellos días secos y solares y cubiertos por la nerviosa sábana de la estática.

HASTA QUE CONTEMPLÉ su vientre.

LA VI Y ALGO CRECIÓ en el centro de mi cuerpo o acaso crecí yo, no sé. Y por eso empecé a adquirir esas ardientes tonalidades mixtas que habrían de caracterizar mis futuros pasos que ya no eran con pies de plomo sino con All Star de viento y alas/de alas y viento favorable/de alas y buen viento.

Y ESO QUIERE DECIR que multipliqué mis caballos de fuerza sobre las frecuencias y las ondas de radio y de televisión en mi amada Ciudad Pálida para dirigir mis emisiones hacia ella, entorno a ella, exclusivamente sobre ella.

Y CAMINÉ HACIA ELLA despacio, con la resolución de un soldado suicida que se dirige hacia un campo minado.


SE ASOMA A LA VENTANA Y ES LA CHICA DE AYER

TENGO MIEDO a los volcanes —dice La Chica de Ayer, se pone una rayita de meth metanfetamina sin adulterar, noble compuesto polivalente sumamente útil a la hora de combatir esos kilitos demás.

LA CHICA DE AYER escucha a Siouxie, se viste como Siouxsie y quiere vivir como Siouxsie, estoy algo rayada dice, eleva su falda pantalón, se deshace de su chaqueta de alpaca, de su máscara de pestañas Intencils, estoy algo rayada y luego corre a la casetera y menea el culo al ritmo de Aphex Twin para invocar de esta manera a las musas creativas más post-estructuralistas.
—Tengo mucho miedo a tantas cosas, a toda esta gente que nació bajo el volcán y vive tan fascinada de vivir bajo el volcán y está orgullosa de ser bajo el volcán, tengo miedo a mi paranoia, a mis manías, a mi conciencia, a mi verdad, a mí misma.


FM VOLCÁN
97.1

LANZA TU ALIENTO a mis desiertos, lanza tu aliento a mis arenas, lánzame tu aliento bajo el sol, amor, lánzame y báñame en tu mercurio amor, queridos radioescuchas estamos en el aire, Ian ha muerto a causa de la vida pero New Order está girando a causa de la electricidad, hola, hola: esta es FM Volcán y estos son los noventa y siete punto uno de tu dial el más rápido en el aire eso era Regret y ahora será lo más caleta desde una maqueta desde La Maqueta Plateada lo que oyes es el bajo de Iñaki ahora la cajita de ritmos ahora el sintetizador ahora la guitarra ahora la voz de Javier ahora todo el esplendor minimalista en ese vibráfono de juguete en estas notas breves en el bordado fino de las diminutas piezas que se unen para formar este conjunto de inconmensurable belleza…


COMO UN POETA

ESTOY MUY LEJOS del centro porque vivo en la parte más gris del mainstream.


¿Y ME AMAS?

ME ENCANTAN LOS aviones, dice La Chica de Ayer, mirando la tele. Esos que rompen la barrera del sonido y son tan rápidos como la luz.

LA LUZ QUE SE APLASTA en su cuello es un disparo que sale de un noble estratovolcán pliniano cuyo endeble cono se derrama en suaves ondulaciones de arena, leña y zarzaparrilla, que es tan buena para los gases, cuatro siglos forjaron la historia de la Pálida y Heroica ciudad y no soy feliz en su regazo con el beso y el abrazo que me otorga su volcán, cono nevado de altivos 5, 825 m. gobernando la temblorosa ingravidez de los contrafuertes andinos.
—¿Y tú me amas?
—Mi cuerpo es una fábrica de chispas, cuando me río quemo energía y desprendo luz y calor.
—¿Me amas?
—Mi secreto es permanecer con vida y comer de todo y beber cervezas y de esa manera crear huecos limpios para recuerdos nuevos.
—¿No me amas?
—Todo lo que olvidamos también forma parte de este presente continuo, pero si te lo piensas mejor sólo es higiene mental que se acumula en forma de certezas: por mucho que pasemos el aspirador todo vuelve para adentro, chica.

(¿QUEDÓ CLARO, hipócrita lector, que en aquellos días éramos muy jóvenes para leer a Nietzsche pero teníamos al Pájaro Loco?).


CIUDAD PÁLIDA

ERUPCIONA EN ESCUDO y en ríos de lava, flujos piroclásticos, ignimbritas, avalanchas de domos, caídas de tefras, lahares, avalanchas de escombros, flujos de fuego y densas nubes de ceniza que bailan de gris sobre 20 kilómetros cuadrados para generar vivos temblores de tierra y mejores explosiones, en la tele hay b●mbarde●s, frente a la tele hay dos chicos abrazados, en la tele hay muchas personas abrasadas por el rápido avance de las llamas corriendo hacia las fronteras de Kuwait, el estratovolcán pliniano de Ciudad Pálida derramó ríos de lava gracias a las oportunas fisuras en sus laderas, las fisuras forman hermosos conos de ceniza en las salidas, ríos de fuego hollando su faz, oh alta ciudad trazada con genealogía de semilla, oh Ciudad Pálida: donde cae una injusticia crece una revolución.
En realidad, es una mezcla de poeta, demagogo y militar; mujer en apariencia cuando sueña, varón en realidad: porque sus sueños son la trama de un turbulento meditar.
—¿Y eso se debe a que crece y se levanta al pie de un volcán activo y ese volcán es el más fotogénico del mundo?
—Sospecho, supongo, no sé. Solo sé que tu lengua contiene fragmentos de rocas ígneas especialmente rojas a causa de los detritos derivados de una actividad volcánica explosiva y eso se llama cuarzo: salta el botón de cuarzo del strapless 36 sin aros ni costuras y de blanco marfil para que el labio triangular ascienda en trazo rápido y en viaje inaugural hacia los dos primeros volcancitos: en el sector noreste de la cumbre, entre 5, 000 y 5, 700 metros de altitud hay un área de anomalía descentrada (A2, de 1 x 1,5 Km. de diámetro), esa zona de anomalía A2 es la que atrapa las mayores concentraciones de CO2 y está delimitada por fumarolas de origen geoquímicamente magmático, esta zona puede ser eventualmente asociada a un antiguo cráter o al límite de un pequeño colapso lateral sutilmente recubierto por la película de saliva que derramo con el único objetivo de acelerar tu actividad nuclear.
—Lo sé, lo veo, lo siento, lo...
—Y en la parte inferior del estrato-cono hay una electrofiltración originada por el flujo descendente del agua infiltrada en los flancos del edificio volcánico, en la parte superior del mismo cono hay una correlación positiva que se explica por un flujo ascendente de los fluidos hidrotermales que al ser expulsados violentamente generan elucubraciones de orden estrictamente poético.
—¿Poético?
—Acá casi todo se hace, digamos, en verso y todo es tan claro y tan lleno de luz como que tus sprays volatilizaron su ozono y por eso el sol cae a plomo y con cáncer sobre la piel de los siervos del Señor que se inclinan reverentes ante la cúpula de la Catedral que es el Centro de Prensa del Teatro de Operaciones de nuestro Señor, desde allí bendice a sus siervos, desde allí nuestra Santa Madre Iglesia consagra los bienes terrenales, bendice a los recién nacidos y a los adúlteros y también a los fusiles que mataron a los republicanos y ahora matarán a los ancianos, desde la Catedral nuestro Señor también pastorea la actividad de auquénidos, tamiles, persmeghas y altos dignatarios pederastas del clero y la curia, los aborígenes de estos pagos viven con la certeza absoluta de que esa cúpula se romperá con el próximo terremoto pero se volverá a levantar con la ayuda solidaria de esos mismos ciudadanos ejemplares que rezan y por eso sobreviven a esas hecatombes, reconstruyen su cúpula y esperan el próximo cataclismo con la única intensión de hacer equilibrio sobre la cuerda flojísima de su suelo natal de gelatina, sobrevivir para contarlo y levantarse muy de mañanita con el primer trino para vivir lo que queda del día y de la vida como sismógrafos ambulantes esperando pacientemente la mañana fresca cuando a Nuestro Señor Terremotito se le ocurra aterrizar por estos pagos en su nube volante y se los lleve de las solapas, ellos se van al cielo y después se van al suelo, ellos reciben los santos óleos después de haber terminado de contar los movimientos de las placas tectónicas de hemisferio a hemisferio y después de haber deletreado una a una las roturas de la corteza terrestre y de las innumerables fallas de sanandreces sobre las que viven temblando antes de ser debidamente tragados por su Big One particular y luego oleados y sacramentados y enterrados sumamente rígidos pero bien afeitados, amén.


PADRE NUESTRO

ESTA CIUDAD se va a seguir moviendo.
—Esta ciudad se puede terminar quemando.
—Esta ciudad se tiene que morir ardiendo.


SILLAR

—¿Y tú me amas?
—Te amo como un Patriot ama a un Scud y como un Scud ama a su interceptor o la ojiva al detonador —pienso, mientras el Heaven or Las Vegas de Cocteau Twins se derrama bañando con su densidad opiácea el primer aborto provocado de mi vida: el cassette Maxwell de cromo sabe lo que hace.


¿EN MIS OJOS HAY DILUVIOS?

TENGO LA NARIZ APLASTADA sobre el cristal de un ojo cóncavo que dibuja lentamente la anaranjada curvatura del planeta,
→ mis ojos son dos platos secos que se sumergen en esa pupila luminosa que es el cielo nocturno de Kuwait, son días de la Primera Guerra a Todo Color o Primera Guerra Digital o Primera Conflagración En Pulgadas o Primera Muerte En Muerto Y En Directo o Qué manera Tan Extraña De Nevar o Transmisiones De La Muerte Real o simple y llanamente –y esta es la que me sigue gustando– Nuevas Maneras De Sembrar Isótopos Radioactivos bajo el cielo de Kuwait,
→ el cielo de Kuwait es un mar verde lechoso volando desde el rayo infrarrojo hasta mis lentes SONY y mi televisor BMW,
→ volando contra el viento observo emocionado el paso de una Tierra debidamente yaciente y quemada y enferma y viajera y bien b●mbardeada,
→ desde arriba pretendo ser un Artista Minoritario que sale de Su Vector de origen para llegar a sectores de la población que jamás se corresponderían con su target,
→ paso los días volando sin volver a saltar ni cortarme las venas ni dejarme ir para siempre porque intento demostrar que el arte es el espejo de una aldea electrónica caracterizada por la estética de la disolución del sujeto, la deflación de la realidad y el triunfo del espectáculo y etcétera,
→ pero la quietud de esta breve ciudad andina no habla del silencio de los signos contemporáneos
→ y cuando esta pequeña ciudad andina sonríe su realidad jamás se llena con el encanto de la desaparición o con la forma desértica sin referentes, tan cara a la Tate Gallery y tan impropia a los hijos que pastan los prados del Señor hacia el sur del Río Grande,
→ territorio rico en punk ríspido en su medianía.


SOBRE EL COLOR DE LA LUZ EN ESTRELLAS BINARIAS

Y ENTONCES AFILO mis alas:
→ hacia el frente una enorme y blanca nube disuelve una ciudadela de cartón mientras mi ala derecha veteada de púrpura decapita lentamente el volcán activo,
→ mi ala derecha tiene ocho terminaciones nerviosas en forma de turborreactores Pratt&Whitney
→ y por el árbol de mis venas circulan generosamente los aceites de alta densidad,
→ la sangre sigue siendo más espesa que el agua y se evapora y asciende como asciendo a la superficie más alta de las nubes de gas veteadas de aceite azul.
—¿A qué huelen las nubes?
—A tus besos.

* Fragmentos de la novela Bombardero, Tomahawk 2oo8.
** César Gutiérrez. Arequipa, 1966. Culminó estudios de Derecho. Editor de Paria y Revolver, publicó el poemario La caída del equilibrista (El Santo Oficio, Lima 1997). Ha escrito en Caretas y Pagina 12 de Buenos Aires, entre otros. Ha sido sub-editor en El Comercio de Lima. Enseñó en Hofstra University de Nueva York. Actualmente escribe para El Mundo de Madrid.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Filonilo Catalina: "Estoy participando de lo atemporal"

  Calibrando la "lógica del tiempo" Por Juan Zamudio   La relación que establece el poeta con su obra está signada por diversas ap...