sábado, 14 de abril de 2007

YO, MISAEL. ENTREVISTA AL POETA MISAEL RAMOS

Por Juan W. Yufra

En los ochenta , la orientación de cada discurso, que a veces se presentó exacerbado por la coyuntura social, urbana, y otras por una introspección en la tradición poética, buscó legitimarse en el diálogo, en el grupo, en la resistencia que el lenguaje literario expresa y convoca para cada época. Aunque cada proceso es distinto del otro por condiciones de representatividad y de identificación con el canon precedente, una de las voces más importantes de aquella generación recae en Misael Ramos, que formó parte del grupo de jóvenes que editó Ómnibus y más adelante Machocabrío. Su obra dispersa en revistas de la época y recogida luego en las antologías que hicieran Rolando Luque Mogrovejo y Jorge Cornejo Polar, constituyen un testimonio importante del proceso de la poesía en Arequipa de fines del siglo XX. Su poemario inédito Afectos del Reptil que obtuvo el Premio de Poesía de la Universidad Ricardo Palma de Lima en los ´80 y su silencio de más de dos décadas han generado una serie de discusiones y suspicacias en los poetas que heredaron el mito. Alejado de las palabras sueltas y cubierto de expresiones mordaces y breves, Misael Ramos, es el poeta que dejó de escribir a los 23 años. A continuación se reproduce una conversación que se llevó acabo el 17 de febrero de 2006, rodeado de sillares, libros y con el ruido de algunos pájaros en los árboles de afuera.

Con respecto a la tradición poética en Arequipa qué significaron para ustedes Mercado, Ruiz Rosas, Hidalgo…
Yo me acuerdo de un recital que dimos cuando estaba vivo Mercado y podíamos compartir con él. Ruiz Rosas sí fue importante; era nuestra referencia de un poeta consagrado, se podía hablar con él, acceder a su biblioteca. Con Hidalgo es un caso especial, en aquellos años no era posible tener libros de él, nunca ha habido… hasta que la Universidad San Agustín publicó una antología de su obra.

Alrededor de los años ´80 que otros poetas podían leerse
Luis Hernández, Cisneros, Hinostroza. Poesía española por el lado de Alonso (Ruiz Rosas). Poesía inglesa, Elliot, por supuesto; algo de Pound. Quasimodo..

El movimiento Hora Zero de Lima significó algo en el proceso de la poesía de Arequipa de aquel entonces
Eran famosos por el desenfado que imponían en el medio peruano. Sí ha tenido que influir, los hemos leído seguramente, pero no está presente en forma explícita

Cómo fue, según tú, el contexto de la década del ´80
Fue un contexto decididamente de izquierda, por un lado; sin embargo, ese panorama no influyó en mi tipo de poesía, o sea, fuimos izquierdistas hasta para el medio más informado.

Fuiste uno de los que alentaban Ómnibus, ese nombre es tomado de un poema de Hidalgo
No, para nada. Surgió me parece viajando en un ómnibus y pensando en qué título y por qué no ómnibus.

Te enteraste de una revista llamada Semáforo que salió por aquellos años
No la conozco.

Quién hacía el gráfico del Ómnibus en las portadas
Entre todos.

De ahí la diversidad de modelos
(Risas) Sí, pues. El último número creo que lo editó Willard (Díaz) después de varios años de no publicarse.

Cuál fue tu relación con los otros grupos de entonces
Creo que nula. Ya no me acuerdo si faltó oportunidad o porque no quise. Existía Polen de Letras que era básicamente académica, de la escuela de Literatura. Eclosión coexistía con nosotros pero sólo coincidíamos en reuniones, recitales.

Hay una diversidad de opiniones con respecto a la poesía de los jóvenes, tu caso es sumamente excepcional, dejaste de escribir demasiado temprano
Los europeos dicen que se es joven a los 50 años, en general, salvo excepciones. Lo que se escribe de joven se hace con mucho candor y se cree que lo que se hace debe ser leído por todos. Algunas cosas sí valen… pero no todas.
Existe en esta comunidad demasiada reticencia a valorar a los escritores que forman la tradición literaria de nuestra ciudad. Alberto Vega, Peter O´brien, Edmundo de los Ríos, son ejemplos claros.
Con Alberto Vega un poco injusta la historia con él.. Fue amigo de Alonso y Oswaldo (Chanove). A Peter O´brien lo conocí cuando estaba en el Cultural Peruano Norteamericano. Me parece un buen poeta que escribió un poco tarde. A Edmundo lo conocimos a fines de los ´70. Fue un gran amigo con quien podías conversar de literatura.

La crítica sigue siendo una vocación incipiente en nuestro país
No cambia mucho, siempre hablan de sus amigos; la crítica en el Perú es complaciente.

El parnaso existe
Desde luego.

Y en Arequipa
Aquí no es nada. Hay reseñas casi ridículas, no existe.

A qué creas que se deba
Hay mucha gente talentosa que se fue a Lima y fuera del país.

Sobretodo en la narrativa, hay varios casos
Sí, básicamente la gente que escribe no vive aquí. Carlos Herrera, Fátima Carrasco, Teresa Ruiz Rosas, Oswaldo Chanove, Fernando Rivera.

Luego de los ´80, una generación de poetas ya prefiguran el nuevo contexto poético de Arequipa
Alfredo Herrera es un buen poeta. También Jimmy Marroquín, aunque no avanza. Está más preocupado en hacer valer su presencia en la poesía que en su propio discurso. A un verdadero poeta eso debe importarle nada.

El poema Reinos se lo dedicas a Eielson, hubo una identificación con su obra
Fue una lectura muy intensa la que hice de Eielson, hasta ahora creo que tengo una deuda con él, espero plasmarla en un poema.

Tú desarrollaste una voz muy particular con respecto a los de tu generación. Qué crees que detuvo ese avance
Una cosa que yo también me pregunto. Un poco difícil de responder. Pero digamos que nunca he perdido el ejercicio de escribir la pasión por leer… espero que este año o el siguiente publique el libro.

Tu texto contiene poemas de la época de Ómnibus
Yo acabé todo a los 23 años. Llegó el Premio de la Universidad Ricardo Palma y ya no publiqué más. Todos los poemas que se conocen son los que se han publicado en revistas. Son de algún modo creaciones que ya no tengo poder sobre ellos, ya no tienen ninguna modificación, salvo las tipográficas que en algunos casos presentan errores.

El título de tu poemario sigue siendo el mismo
Siempre tuvo el título de Afectos del Reptil, hasta ahora sigue.

Pero seguiste escribiendo, supongo
He escrito algunas cosas; unos 10 ó 15 textos y en algún tiempo he revisado las cosas de aquella época que están inéditas.

Tu obra seguirá signada por una condición inédita
Podría decir que he estado ocupado burocráticamente todo este tiempo, y podría ser una mentira también. Se me hace cada vez más difícil confrontarme con mi propia crítica interna o para publicar ello. Pero bueno, digamos que no he perdido la fe, creo.

Temes a la crítica actual
Es personal, en todo caso. Soy un escritor con mucha suerte para no haber publicado un libro y todavía me mencionen.

Tú, junto a Chanove, eras el que mejor había desarrollado su discurso poético. Una vez más, qué pasó…
No sé. Era un contexto muy difícil. Quizá lo que quise fue el silencio y este se prolongó demasiado.


Poemas:

El polvo en las volutas
con el anverso desorden de las arañas
y la resina de los roperos
señala el término de los tranvías y los púlpitos
Y las sombras saltan de los balcones
formas ya divididas por la luz
enloquecen la calleja profunda de la voz oscura
sin más sentido
que el viento sobre las tejas
Aún el viejo de todos los nacimientos
y el frágil corno de sus batallas
con toda la mugre quemada en sus ropas
se esfuerza sobre los estandartes vencidos
y enarbola a toda ventisca su nueva bandera
El fuego de leños varados
evoca en los distritos de los humos cruzados
y las mujeres aldeanas con bocas de arcilla
miran testar al viejo enajenado en las llamas.


REINOS

A. J. Eielson

Un cielo acuchillado como un potro blanco
es sólo un tambor desangrado
sonando i girando como un día
i una noche i aún un siglo
un cielo fulmigado por el magnesio en una ciudad celeste
es el agua nuevamente
sólo tierra i espacios con nubes para buscarte
cuando despierto cubierto de llagas
por haberte perdido
convertido en un silbido
dormido o muerto no sé cuanto
en el mismo sitio
con la chispa del martes en el rostro
paralizado frente al tránsito
clamando tu nombre
entre altas velocidades
llorando ciertamente
porque nunca
sabrás el secreto
de soñar despierto con el océano derramado
i un espejo es el que ilumina
desierta mayólica la que humedece
desierto aún para perderte
entonces comprenderás la garganta tasajeada
de sonidos
i un tiempo indefinido debajo del suelo de
grillos
i la limpieza de un siglo en los ojos
oh fugitiva
entonces comprendo
los días frágiles en los brazos azuñadps
rutina del crepúsculo i del pez
enceguecido de amor
i demencia
en el mismo acorde de los grillos.


MUCHACHA EN LA CIUDAD NUEVAMENTE

La luminosidad de primavera en el vaso
es un punto ardido en la extensión azul.
El sabor abrasado en el aire grueso olvida
con presición el tiempo, con empeño
el lugar bajo otros astros.
Nada presagia el festo inútil
y el transcurso que rumorea la estación
hacia otra estación en el sol ardiente.
Pero la transparencia del cristal en el vaho
vibrante y perfecta al borde,
es radiante y fresca como la piel no tocada

En la foto: Misael Ramos.

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