Una remota, contenida cadencia legendaria anima los versos de este libro, cuyo despliegue estructural se inscribe decundamente en la moderna tradición baudeleriana de obra de arte: supresión de efectismo incontinente, de la imagen episídica y del artificio sintáctico, en provecho de una solvente sugestión polisémica. En Piel de Arcano, primer libro de José Ignacio Infantas Moscoso, el principal núcleo tensional es, por un lado, la introspección paroxística, visceral, escatológica del cuerpo, que, a manera de lúcida y despiadada revisión de galera, da cuenta de órganos, miembros, humores, fluidos, sostenidos por su flebe e irreductible materialidad y por una conciencia agonistica opuesta a la recurrente tentación metafísica; y por otro, una reflexió sutil -pero no por ello menos efectiva- sobre el ejercicio escritural, fundacional y crepuscular que, como un impulso axial, atraviesa las cuatro partes en que se divide el texto, dinamizándolo en un contrapunto que lo en riquece y adensa. Y todo ello, por supuesto, expuesto en un lenguaje proteico, cuya potencia radica en su aleatorio tono lírico y épico, de matices celebratorios y revulsivos, que confirma la presencia de una voz talentosamente singular eb el concierto actual de la poesía peruana. (Jimmy Marroquín). Texto de contraportada.
en la foto: portada de Piel de arcano.
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